Frutas
Zabalza
LA HUERTA DE PAMPLONA DESDE 1860
Mercado del Segundo Ensanche, Pamplona, 2025
Reforma comercial
En el corazón del Mercado del Segundo Ensanche se lleva a cabo la reforma integral de varios puestos de Frutas Zabalza, una empresa familiar con más de siglo y medio de historia dedicada a las frutas y verduras de la huerta pamplonesa.
El objetivo del proyecto es unificar los espacios existentes para crear una zona coherente, funcional y atractiva, diferenciando el puesto de venta directa al cliente del área profesional destinada a la preparación de pedidos y encargos online.
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Un mismo lenguaje estético
El nuevo conjunto se reconoce por su coherencia material y visual. El hierro barnizado, protagonista en los planos verticales, aporta carácter y resistencia al paso del tiempo. El porcelánico acabado piedra y tonos arena, evoca la tierra y sirve de contrapunto cálido al negro del metal. Sobre ellos, un techo acústico también en tonos cálidos equilibra el conjunto y mejora el confort sonoro del espacio. La combinación de estos materiales genera un ambiente natural, honesto y elegante, donde la textura tiene tanto protagonismo como el color.
Equilibrio entre
funcionalidad y belleza
Cada expositor se diseña a medida, cuidando la inclinación y la visibilidad del producto. Las zonas de trabajo se reorganizan para integrar cámaras frigoríficas, básculas y un nuevo sistema de atención que mejora la ergonomía del personal.
El área interior de los puestos se eleva para facilitar la manipulación del género y optimizar la exposición de frutas y verduras según un código cromático que potencia su atractivo visual. Entre las novedades destaca una cámara frigorífica curva para productos de cuarta y quinta gama, listos para llevar. También se diseña una zona específica para el envasado y limpieza de verdura, un servicio cada vez más demandado por la clientela.
La iluminación juega un papel esencial en esta reforma. Se emplean faldones superiores en materiales oscuros, integrando de forma armónica el rediseño del logotipo de Zabalza.
La luz fría realza los verdes de las verduras y la cálida potencia los tonos de la fruta, creando una atmósfera apetecible, fresca y cercana.
El resultado es un espacio donde la luz no solo ilumina, sino que guía la mirada y refuerza la experiencia sensorial del cliente.
Un homenaje
a la tradición
En una de las paredes, una gran fotografía rinde homenaje a la historia del negocio. En ella aparecen Merche y su padre, fundador de Frutas Zabalza, retratados en tonos sepia con un toque de color en el tomate, símbolo de vida, continuidad y arraigo a la tierra. Este guiño emocional conecta pasado y presente, recordando que la innovación también puede ser una forma de cuidar las raíces.
El diseño de la celosía situada en el tejadillo y en las bases de los expositores es obra de Ane, del equipo de Cocinobra.
Su inspiración nace en la curva de la letra Z del logotipo, reinterpretada como los meandros del río Arga al atravesar la Huerta de la Magdalena, origen de gran parte de los productos que llenan cada día estos mostradores.
Ese detalle gráfico refuerza la identidad visual de Frutas Zabalza y une el espacio comercial con su paisaje y su historia.
¡Pulsa encima de la imagen!
El resultado es un espacio que mantiene intacta la esencia de Frutas Zabalza —sus productos siguen siendo tan buenos como siempre—, pero ahora la presentación está a la altura de su calidad.
Tras años atendiendo desde unos puestos veteranos, la familia da un salto hacia una imagen actual y cuidada, pensada para mejorar la experiencia tanto de quienes trabajan como de su clientela.
Cada día, al finalizar la jornada, una cortina negra desciende con suavidad y el mercado se apaga, hasta que al amanecer vuelve a levantarse para llenar de color la huerta de Pamplona.