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Desde las lamparitas tradicionales a las novedosas luces de LED, el mercado de la iluminación ofrece productos de cada vez mayor calidad y rendimiento. Entre ellos, se pueden destacar:
Las tradicionales bombillas
Este tipo de iluminación tiene a durar entre 1.000 y 1.200 horas.
Su funcionamiento es simple: la corriente eléctrica calienta el filamento en el interior de la bombita y así emite un halo de luz amarillenta que, además, representa una fuente, aunque mínima, de calor que convierte a las lámparas en ideales para iluminar sectores cercanos al sofá, pasillos, salas de estar o incluso rincones. Otro detalle destacable es que se venden en diferentes tonalidades, lo que permite darle a cada ambiente un toque personal. Así, estas bombillas de tungsteno son las más comunes y antiguas y lo más importante: son las más baratas. Ahora bien, si se compara su duración y eficiencia con otros sistemas no son tan económicas como aparentan. Estas lámparas sólo convierten en luz visible un 15% de la energía consumida, por lo que su eficacia resulta muy baja. Básicamente se encarecen por los detalles o de acuerdo con su potencia, que puede ir de los 40 vatios a los 150 vatios.
De bajo consumo
Este sistema supone un gasto de energía sensiblemente inferior al de las bombillas tradicionales. Consumen cinco veces menos energía que las clásicas incandescentes y pueden funcionar hasta 15.000 horas, lo que implica un ahorro del 80%. Una vez encendidas necesitan un tiempo para alcanzar la intensidad de luz que pueden ofrecer, un verdadero problema si está ubicada en un sector de la casa que apenas necesite de esta luz artificial. Tienen la capacidad de convertir la energía en luz y no en calor. Se aconseja especialmente utilizarlas en áreas que necesiten iluminación de forma prolongada, puesto que su mayor desventaja es que consumen más energía al ser encendidas. Las personas interesadas en decoración encuentran grandes ventajas en el uso de este tipo de bombillas, ya que las hay de diferentes colores y terminaciones, permitiendo que la bombilla en sí sea un elemento decorativo, sin necesidad de llevar una pantalla. Al evaluar rendimiento y costo del producto, las lámparas de bajo consumo resultan casi seis veces más caras que las comunes, pero por su duración y mínimo consumo, amortizan su precio con el rendimiento.
Halógenas
Se diferencian de los anteriores por su brillantez lumínica, que no decae como en las bombillas de bajo consumo ni en las tradicionales, que sufren un ennegrecimiento de su halo de luz un poco antes de culminar su vida útil. Por su gran potencia, suelen iluminar exteriores -tienen una duración de más de 3.000 horas-, aunque también se pueden adaptar a menores potencias para ser usadas en interiores. Solamente se requiere un ajuste de corriente y la instalación de un transformador de 12 ó 24 voltios.
LED
Se trata de una bombilla con un tipo completamente diferente de tecnología. Las luces LED utilizan un sistema Lumileds Luxeon que crea una fuente de iluminación brillante del hogar y de dispone de todos los ahorros de energía posibles. Es una fuente de luz versátil que puede utilizarse de la forma más elegante y visualmente atractiva que hay disponible en iluminación. Son mucho más eficientes que las bombillas tradicionales. En cualquier espacio, pueden proporcionar de 50.000 a100.000 horas de luz consecutivas – lo que equivale de cinco a diez años de uso continuo de una bombilla de luz sin tener que cambiarla. Además, se pueden comprar de los mismos colores que las bombillas tradicionales.